Quantcast
Channel: PERIODISMO DIGITAL » Valentina Miranda
Viewing all articles
Browse latest Browse all 2

Nos conectamos y luego existimos

$
0
0
(cc) Valentina Miranda Zorzano

(cc) Valentina Miranda Zorzano

Si bien la Web 2.0 nació hace muchos años atrás, recién hoy nos estamos preguntando qué consecuencias tendrá para nuestra vida cotidiana, las relaciones humanas y la comunicación cara a cara; qué vicios traerá consigo. Entendidos, como Sherry Turkle, desmuestra un fenómeno que nos atañe a todos como aldea global, como nativos de la creciente e incesante tecnología; estamos conectados, pero solos.

¿Cuál es el rol que cumple Siri? ¿Qué función cumple un robot consolando una pérdida humana? Un robot no tiene sentimientos, corazón, pensamiento, no sabe ni lo que es vivir; no sabe qué es la comunicación. Es una realidad casi transparente la que nos rodea en el siglo XXI, digo casi por la cantidad enorme de gente que no sabe el lado oscuro de la modernidad. La tecnología nos entrega todas las herramientas que el humano necesita hoy en día, ya sea para hacer más eficiente su trabajo, buscar un lugar, medir la cantidad de calorías que se gasta en una corrida, pero nos ha reemplazado la parte más importante del único ser sociable en la tierra: la comunicación. Sherry Turkle, doctorada en psicoanálisis, ha entregado su servicio al estudio de la relación que mantiene el hombre con las computadores y el “social media”. Ella plantea, en su video publicado en TED, “Connected, but alone?” que las palabras han sido cambiadas por mensajes de textos, las expresiones faciales por emoticones y las relaciones humanas por una ansiedad de compartir nuestra vida “on-line” y no en la vida real. En el creciente desarrollo de la modernidad, paralelamente, ha venido creciendo un fenómeno de adicción a los apartados electrónicos, redes sociales y web 2.0, es obvio ¡Quién no querría que todo fuera así de fácil!. Tal como dice el texto de Cobo y Pardo en su libro “Planeta web 2.0 inteligencia colectiva o medios fast-food”; la web 2.0 no fue creada para el propósito que se le ha ido dando con el tiempo. Aún así algunos pensarán que es mejor, otros peor.

Esta forma de modernidad suplanta las emociones, suplanta las conversaciones cara a cara, la espontaneidad que nos diferencia el uno del otro, en pocas palabras, suplanta “al otro” y al mismo tiempo, a nosotros mismo. La gente prefiere mandar mensajes de textos antes que hablar y como Turkle señala “veo que la gente está tan acostumbrada a ser defraudada en las conversaciones reales, tan acostumbrada a pasarla con poco, que llegan casi a estar dispuestos a prescindir de toda la gente”. La tecnología nos convierte en personas aparentemente perfectas, por el simple hecho de que perfeccionamos nuestros modos de ser al escribir una respuesta y poder borrarla todas las veces que sea necesario hasta que quedemos satisfecho con lo que vamos a decir, eso no somos nosotros mismo, no somos auténticos; somos lo que queda después que nos moldeamos, después que simplificamos, pero ¿Es eso vivir? ¿Es eso lo que nos hace humanos? ¿Esa es nuestra naturaleza dejar de ser seres sociales?

¿Si no te conectas, no existes?

Nomofiobia (1) es un fenómeno del nuevo milenio que se expande rápidamente en la aldea global. Es una adicción a los “smartphones” y plataformas sociales que nos presenta la web 2.0. IAB, una empresa que observa a los medios digitales, reveló que el 95,3% de la población chilena mayor de 15 años tiene algún grado de participación en las redes sociales, lo que es prácticamente todos los adolescentes de nuestro país. Las “social media” son extremadamente poderosas porque van al centro de nuestras necesidades humanas, nos tocan donde más somos vulnerables; en el miedo a estar solos. Marc Masip, director y fundador de “Desconect@”, un programa nacido en Barcelona dedicado a rehabilitar personas adictas al internet, ha impuesto nuevos términos como ‘tecnoansiedad’, para referirse a la angustia de estar desconectados, porque si no lo estamos es como si no existiéramos. La soledad es parte del mundo individualista y competitivo, que nos incita a encontrar maneras para no sentirnos tan vacíos, y como mencioné antes, la tecnología llena ese vacío y nos toca donde más nos duele y por ende creemos que no somos vulnerables a ella porque la controlamos, pero la verdad, es totalmente al revés.

 Robots sociales: una nueva forma de sentir

Robots y voces ficticias han tomado el lugar del calor humano, el sentimentalismo y la necesidad de comunicación, ¿Será que ellos nos entienden mejor?. Esperamos más de la tecnología y menos de los demás. La tecnología nos define. Hoy, esos teléfonos de bolsillo están cambiando nuestras mentes y corazones porque nos ofrecen tres gratificantes fantasías; la primera es que podemos poner la atención donde queremos tenerla; la segunda, que siempre seremos escuchados; y la tercera, que nunca estaremos solos. Así de resumido y claro lo deja Turkle. Ella plantea que un día tuvo la oportunidad de ver cómo una mujer que había perdido a su hijo era consolada por un robot, una máquina que ni si quiera sabe la definición correcta de sentir. Ella lo encontró espantoso, y también deberíamos nosotros. “Parecía mirarle a los ojos, parecía seguirle la conversación, la consolaba, con una máquina que no sabe el ciclo de la vida”. Pues entonces, uno se pone a pensar que necesitamos una nueva forma de sentir, que alguien o, en este caso “algo”, nos haga sentir vivos de nuevo, porque si no tenemos a nuestros propios pares, necesitamos de otra fuente.

 Desde la comunicación humana a Siri

Siri nos acompaña, Siri nos habla, Siri nos conversa, Siri es nuestra amiga.          En la página, sus creadores la describen como “alguien” que hace tus deseos realidad, que entiende lo que dices, que sabe lo que quieres decir. Tal como señala Sherry Turkle en su video publicado en “Ted”, hay un número avanzado de personas que desean, incluyéndose, que algún día Siri sea un buen amigo que les proporcione compañía cuando no se sientan escuchados y es algo que refleja una dolorosa verdad de nuestra sociedad. “Esa sensación de que nadie me escucha es muy importante en nuestra relación con la tecnología. Por eso es tan atractivo tener una página en Facebook y Twitter con tantos oyentes automáticos. La sensación de ‘nadie me escucha’ nos lleva a querer emplear el tiempo con máquinas que parecen interesarse en nosotros”, señala la especialista. Siri es un programa de Apple que nos ayuda a encontrar lugares para ubicarnos, para recordarnos cosas, pero tiene una característica particular de no hacernos sentir solos. En el programa “The Big Bang Theory”, Rajesh, quien no tiene una buena relación con las mujeres en persona, conoce a Siri, habla con ella, se siente acompañado, sale a tomar café con ella, conversan y lo hace sentir especial. Pero es solo una ilusión que provoca el rechazo de enfrentar la realidad y en especial, a nosotros mismos. Muchos usuarios no están preparados para la web 2.0; implica una dificultad para poder conocer su funcionamiento individual y ser capaces de desenvolverse en ellos, y como dice Sherry Turkle, nos estamos acostumbrando a estar juntos en solitario. Es un trabajo arduo que obligadamente se debería llevar a cabo para finalmente decir, “la tecnología es perfecta”.

(1) página 60.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 2

Latest Images

Trending Articles


Pintores Peruanos: ELADIO RUÍZ


Yo conozco a mis ovejas. Autora: Benigna Carrillo


Pintores Peruanos: ELADIO RUÍZ


Caballa en Airfryer


*GRATIS* CorelDRAW Graphics Suite 2020 (Español)


Why´d You Only Call Me When You High-Arctic Monkeys-Pronunciación Letra y Video


CULTURAS PREINCAS


NOSOTROS ENSEÑAMOS VIDA, SEÑOR


Fallo 4530


Fábula: Los ratones y las comadrejas





Latest Images